Quique.

Humo, gin tonics preparados con poco esmero, escalofríos, la mirada atenta de desconocidos en conexión, es todo una pequeña emoción.
Ayer volví a verle, en el Antzoki, mi gran santuario de acordes inacabados; me preguntaba con cuál empezaría y si tocaría alguna que había sonado en mi cabeza antes.
La cuestión es que el kid, la clavó una vez más; andábamos temblorosos mike y yo preguntándonos si el cambio de formación y el fin de "La Aristocracia del Barrio" iba a darnos alguna decepción pero a mi parecer, fue único, como siempre, pero grande, muy grande.

Fui con mi pequeño rock & roll y dijo con voz tímida y asustadiza: "está enamorado, está enamoradísimo".

Caminos y sospechas.

Sinto haberos abandonado, benditos vástagos de lo incierto, es difícil mantenernos en contacto, cuando aquí todo es tan lento y desolador.
Últimamente me gusta todo, como si fuera un ideal constante de sonrisa fácil, me gusta el frío, aunque cierre mis ojos con su aliento; me gustan las prisas, pero también la parsimonia. Además rechazo todo lo que no sea genuino y escucho a la vez el folk más intimista y los guitarrazos propios del mismo Page, es bonito seguir varios senderos sin perderse.

Puedes llegar a tanto y a tan poco con un guiño, los más grandes siempre son de pocas palabras y a mi me gusta hablar, siempre que a cambio reciba algo de interés, un escalofrío, por ejemplo.
Creo que es crónico y ése es mi santo grial, dejar de ser pequeño, sin llegar a abismos inconexos, pero pudiendo alcanzar el pomo de la dichosa puerta de la coherencia.


Escuchando: Martha - Tom Waits

Canta así porque quiere.

Ya he vuelto de Barcelona, ha sido largo pero pasajero, no sé cómo explicarlo pero no he perdido detalle ni encaje.
He estado con Xavi Aparici, del que cada día aprendo más, cada vez hace mejores canciones y cada vez reúne más boletos para el gran premio de poder hacer que se estremezcan más de diez personas, no sé si me entienden, con esto de la música, sólo tú eres el más atento espectador.

En Barcelona se reúnen las palomas mientras esperan el placebo anónimo de algún extranjero sin nada mejor que hacer, hay gente, y coches y partidos de fútbol en los baños del metro, se agotan los diarios cada día y te chocas contra 30 personas cada mañana, esperando cruzarte con los ojos que querrías ver en el otro lado lado de tu cama y que parecen tener siempre un dueño más alto y más cosmopolita que tú.

Es una doble dirección continua, sin sueños ni quimeras, si lo quieres, solo corre e intenta tocarlo con los dedos, algún día podremos arrancarle un pedazo de paz al fusil de nuestra indiferencia.

Escuchando: Toni2 Café Teatro - César Pop.

¡Nadie podrá con nosotros!

Vuelvo a escribir, y vuelve a reír el cielo, de repente el frío se hace amable y me da una tregua, sin saber muy bien si lo estoy haciendo mal o si es otro fracaso, me siento como Lennon cuando culminó Imagine.
Es algo difícil de entender, cuando intentas bordarlo, te crees un líder, pero cuando lo has acabado, empiezas a necesitar libros de autoayuda y te escondes en las sombras del día.

La banda sigue adelante, ya tenemos un pequeño hueco en el rock, y pronto empezaremos a picar piedra, espero sentirme tarde o temprano como un Hendrix primerizo, temblando junto a sus compañeros antes de salir al ruedo.

Desde que se cumplió la idea de ser cuatro, imagino amores de backstage y cervezas furtivas, te escondes de todos para que el encuentro sea aún más épico.
Es como una despedida en el aeropuerto, en la que te juegas el tipo por seguir mirando hacia atrás y aguantar los ladridos de tu interior, aún así, las despedidas son la mejor apuesta para no claudicar.