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No puedes jugar a ser Dios.

jueves, 14 de enero de 2010
Me voló la cabeza, en un instante de absurdidad y espejismos, me hizo mirar atrás y me dolió. Mis lagrimas llegaron hasta el pecho, fue duro, pero ciertamente lindo.

Ya me había pasado esto, aunque últimamente parece que escojo los días clave para ver este tipo de historias.
Todo esto tiene una razón, no ha salido de la nada, son, simplemente, mis reacciones ante "El efecto mariposa", gran film con gran título, quizá el mejor que podían haber encontrado.

El efecto mariposa es básicamente el principio de que cualquier detalle ocurrido puede cambiar por completo el curso de la historia, y por tanto, dentro de esa historia, de tu vida.
Así me siento ahora, sé que los pasos que pueda dar en estos momentos, cercanos o lejanos, serán definitorios para mi catarsis interna.
El caos siembra siempre en mi campo y en cierto modo, es atractico, he de reconocerlo.
No me gustan las mesas ordenadas y los cajones limpios, qué hay de humano en eso.

Me gustan las mesas con mecheros, entradas de cine antiguas, discos apilados, libros entreabiertos, bolígrafos y papel, pequeñas motas de polvo, su foto, unas llaves que luego nunca aparecerán y la sensación de haber vivido con holgura un día más.

Fugaces.

miércoles, 13 de enero de 2010
Son días largos, y necesito ya mi réquiem.
Que alguien me de otra bofetada reveladora, maldita sea; me gusta el Rock pero parece que yo no le gusto a él.

Aunque soy feliz, he de reconocerlo. No al cien por cien, porque es prácticamente imposible; nadie puede condensar cada minuto la emoción de un beso, la explosión de dos cuerpos en llamas y el solo vital de "Stairway to Heaven", el mejor de la historia para muchos.

Supongo que todos lloramos al recordar y al mirar los recuerdos del pasado, aunque siempre se cuela una sonrisa esperanzadora, qué bonito es verte bien, y que bonito fue el día en que te conocí.

Fugaces, como estrellas genuinas, como la salida de los trenes y las noches de alcohol y lluvia.

Escuchando: Sabía demasiado - César Pop

Teoría para la vida cotidiana.

martes, 12 de enero de 2010
Hoy he vuelto a ver su cara, y me ha hecho bien. De hecho, de tanto bien, me ha hecho mal, no sé si me entienden.
Pensaba que se podía olvidar, como una lección de historia antigua, o el final de una película, pero se ha quedado aquí como un ideal perfecto, de alguna manera u otra.
Como el olor a salitre en las calles de San Sebastián, o las multitudes de las Ramblas, seguirás aquí un tiempo, si todo sale bien.

Podría enseñarte lo que es realmente esto y cerrarte los ojos con un suspiro, podría mostrarte lugares y escalofríos que jamás sentirás, podría hacer que se parase la noche por conseguir un último cigarrillo infinito, pero es difícil.

Te alejas de mí como las plumas caídas de algún pájaro que se ha sentido extraño.
Teoría para la vida cotidiana: Si un pájaro pierde una de sus plumas, es que le ha faltado algún vuelo importante, cuando no son más que calvos y lentos polluelos, no tienen nubes, ni cielo, ni ráfagas de viento, ni cuerpos que esquivar.

The Man In Me.

lunes, 11 de enero de 2010
Últimamente me ronda en la cabeza la misma melodía, "The Man In Me" del gran faro, Bob.
De repente el frío se nota menos y la cama me soporta menos tiempo, la gente parece más tranquila y me obligan a que exprime el minuto que cada vez más fuerte, aparenta ser el último.

Es una declaración de intenciones, nada más, pero todo lo necesario para ser un día más, no digo ser feliz, ni ser mejor, ni ser nada, solo ser, maldita sea.
Andar a pasos de canción es la mejor de las maneras para no cansarte en tus viajes; déjate llevar y escucha el órgano que te regala la vida, cada golpe de caja, cada plato lejano, es una nueva razón para seguir adelante.

Cada vez me doy más cuenta, lo mejor es flotar, sin pensar en el fondo del río, solo flota y déjate llevar por la corriente, de la cual has aprendido, has aprendido mucho, y has sabido cómo hacer que cada sacudida de agua, sea sólo una sonrisa ajena.






"El hombre que hay en mí puede hacerlo casi todo, a cambio pedirá muy poco.
Hace falta una mujer como tú, para encontrar al hombre que hay en mí"






Gracias, Bob.

"Saldremos a bailar"

miércoles, 6 de enero de 2010
La vida no son más que tonterías, tonterías y definiciones de la vida redundantes.
No es un ente manejado por alguien, somos nosotros los actores, al fin y al cabo somos eso; un mecanismo de aceptación, alabanza y adoptación. Lo hacemos sin querer, creyéndonos únicos y genuinos con nuestro nuevo pensamiento, que varía con cada despertar o sorpresa.

Es como la gente que dice odiar la Navidad, ¿queda muy cool eh?; "paso de todo esto", "para mí las luces son un gasto de mierda", bla bla bla.

Vale, me da igual la Navidad pero en los últimos años he aprendido algo: si a tus congéneres y secuaces les hace la vida un poco más feliz, ¿no puedes poner una sonrisa, chico?.

De pequeño sonreías cuando tu madre te hablaba de los Reyes y el roscón, ¿acaso somos más que niños?, basta ya de charlas y programas, de cigarros y enamorados, de esperanzas y lágrimas, de despedidas y de "lo siento".

"Ponte el vestido nuevo, saldremos a bailar, te recojo a las 20.00"

"EL Nota"

martes, 5 de enero de 2010
Buenas noches ante todo, tengo la necesidad y la obligación de hablarles de "El Nota".
Son días de prisas y trajes, de afeitados perfectos y de exactitud continua, todo el mundo parece convertirse en un orador en estos tiempos que corren, pero a veces es más fácil y lindo ser un vago inconsciente.

El Nota es un especimen de esos que ya no quedan, de los que marchan sin aliento cada tarde y juegan a los bolos mientras derriban edificios fuera; aquel que se cortó el pelo la última vez por una apuesta de dos dólares y el entrañable guarro que no paga el alquiler.

Un personaje de quita y pon permanente que se alimenta a base de la misma bebida siempre, mezclando elixires de muerte con leche y hielo y algunos cientos de cigarros mágicos.
Se baña por placer, no por higiene, y le gusta su caótica vida.

A pesar de su pinta con un albornoz, seduce a la señoritas de la calle mayor sólo por ser el más auténtico del lugar.

Desde aquí, señor Lebowski, mi más sentida admiración, ojalá la mundanal rueda girara en torno a sus pasos.




Escuchando: The Curse of Millhaven - Nick Cave 

Dos Mil Nueve.

domingo, 3 de enero de 2010
He sonreído, he reído incluso, aunque he de recononcer que tambien varias lágrimas de desaliento han cohabitado en mi interior.
He conocido a auténticos muertos vivientes y vivos que deberían replantearse su existencia; he jugado al bingo, pero no he ganado.
Me he mojado con la lluvia del martes y sobornado al tiempo que me dé una dosis de aire algunos días de auténtico infierno; he llevado las gafas de Mike, todo tiene su lado bueno.
He bebido, mucho, más que antes, más que nunca y más que normalmente, también he fumado con libertad y además he comido bastante bien.
He visto multitud de conciertos, y he llegado a conclusiones imbéciles por envidia y otras ciertas y violentas contra la integridad del protagonista.

He tocado bastante, aunque sigo entre bares y sospechas, sin backliners ni grupos, sin gloria ni pena, sin Lennon, Hendrix, Joplin, Kurt o Buckley. Pronto podremos irnos a dormir, compañeros.

Ayer, Nacho Vegas encendió una cerilla para que pudiera ver mi camino y me dijo esto:
"Viví, sufrí y amé, vale y ¿ahora qué?"

Escuchando: Las Inmensas preguntas - Nacho Vegas.