La incansable mirada del rencor más lindo, los recodos del dolor más interior e intransferible, espuma de cerveza y colillas en el suelo, bandidos con traje y mon sieurs en chandal.
Cada nuevo despertar después de un concierto es difícil, es enfrentarte a tus errores y darte cuenta de que algo has hecho mal, no sabes qué es exactamente, pero sabes que sigues sin clavarla como deberías, supongo que cuando te tiras al vacío y desnudas tu redención involuntaria, te dejas una gran parte del camino en la tarea de pensar cuando llegará el final.
Siempre nos quedará el desaliento de una carrera nocturna de alas rotas.
Escuchando: Northstar Blues - Magnolia Electric Co.
Buen camino...
Hace 14 años
0 comentarios to A fuego a 30 metros.:
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